¿Tendencia o Plagio? El fenómeno viral de las imágenes estilo Ghibli hecho con IA
- Mariana Botello
- 28 mar
- 3 Min. de lectura

Estas últimas semanas mi feed se ha inundado de imágenes que parecen arrancadas directamente de un fotograma de Studio Ghibli: esos tonos cálidos inconfundibles, trazos delicados, ojos expresivos y paisajes que respiran magia y nostalgia. Pero hay un giro inesperado... no salieron del lápiz de artistas japoneses, sino de algoritmos entrenados con inteligencia artificial.
Y justo aquí es donde me surge la duda que quiero compartirte: ¿Estamos viviendo una revolución creativa o presenciando un robo silencioso disfrazado de filtro trendy?
De selfies a personajes de fantasía en un clic
Todo explotó cuando herramientas como la integrada en ChatGPT comenzaron a ofrecer la posibilidad de transformar fotos cotidianas en ilustraciones anime. La mecánica es ridículamente sencilla: subes una imagen, esperas unos segundos y ¡voilà! Tienes tu versión animada con look Ghibli y los likes empiezan a llover.
El estilo es tan característico que instantáneamente evoca todo el universo visual creado por Hayao Miyazaki, ese genio detrás de obras que marcaron a generaciones como Mi vecino Totoro, El viaje de Chihiro o El castillo ambulante.
¿Por qué les encanta esto?
Después de pensarlo mucho, creo que esta tendencia despegó por varias razones:
Es brutalmente accesible: no necesitas estudiar diseño ni tener talento artístico, solo un teléfono y una foto.
Conecta emocionalmente: el estilo Ghibli despierta recuerdos, transporta a mundos imaginarios y toca fibras nostálgicas que muchos llevamos dentro.
Es perfecta para redes: seamos honestos, ¿a quién no le emociona verse convertido en personaje de una película que ama?
Ofrece esa fantasía personalizada que tanto anhelamos en tiempos donde lo digital se siente frío.
Hasta figuras como Sam Altman, CEO de OpenAI, cayeron en la tentación y compartieron sus versiones. El resto fue puro efecto domino.
La pregunta incómoda: ¿es esto legal?
Y aquí es donde la magia se torna en dilema ético. Aunque los resultados sean generados por IA, el estilo visual que replica proviene —literalmente— del esfuerzo y visión de artistas reales. Y no, hasta donde sabemos, Studio Ghibli jamás autorizó el uso de su estética tan distintiva para entrenar estas herramientas.
Tampoco existe transparencia sobre si sus películas formaron parte del entrenamiento de estos algoritmos. Esto abre una caja de Pandora sobre derechos de autor, propiedad intelectual y la delgada línea entre admiración y explotación.
Lo que piensa Miyazaki (y no es precisamente un halago)
En varias entrevistas, Hayao Miyazaki ha sido demoledor al hablar sobre la IA en el arte. En una aparición que se volvió viral, sentenció:
"Esto no tiene nada que ver con la vida. Es un insulto a la naturaleza humana."
Para él, el arte trasciende técnica y estética. Es intención, experiencia, dolor, tiempo... todo aquello que una máquina, por sofisticada que sea, no puede comprender ni replicar genuinamente.
Un equilibrio delicado en tiempos de cambio
Disfrutar estas imágenes no te convierte en cómplice de nada malo. Pero creo firmemente en la importancia de saber qué hay detrás: entender que lo "bonito" a veces esconde complejidades, y que detrás de cada trazo existe alguien (humano o algoritmo) tomando decisiones con implicaciones reales.
El arte siempre evoluciona, y nosotros junto a él. Lo esencial es mantenernos informados, cuestionar lo que consumimos y, sobre todo, reconocer y respetar el trabajo original que nutre lo que hoy se viraliza como simple tendencia.
¿Tú qué crees? ¿Ves estas transformaciones como una forma legítima de expresión moderna o como una falta de respeto hacia la creatividad original? Me encantaría saber tu opinión en los comentarios o que compartas este artículo si crees que esta conversación merece amplificarse.
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